Artículo de Isidro Toro Pampols
En sistemas donde ejercer el derecho al voto no es obligatorio los individuos están motivados por diferentes causas: sentimentales, económicas, compromiso, venganza entre otras.
Algunos analistas, haciendo énfasis en el aspecto económico, diferencian el voto retrospectivo, en el que los electores deciden su sufragio en función de la marcha de la economía en el periodo inmediato anterior o el voto prospectivo, en el que la clave es la expectativa sobre el futuro de esta según el signo de los partidos.
El voto egotrópico, es aquel que juzga siempre la marcha de la economía por su situación personal o el voto sociotrópico, el cual da mayor importancia a la situación económica y social global.
Las sociedades iberoamericanas y la República Dominicana en particular, vienen exhibiendo cambios sustantivos en su composición social. Durante los últimos cincuenta años la clase media crece de manera significativa en la región. Este incremento ha colocado sobre relieve algunas características que los investigadores sociales estudian.
La clase media en sus distintas capas: alta, media y baja, son aquello sectores de la población de una sociedad que, según unos indicadores basados en datos sociales objetivos, tales como ingresos, bienes, atribuciones de poder; y/o factores subjetivos de estratificación, tales como valores, actitudes, prestigio social; se encuentran entre las clases sociales altas y bajas. (1)
La clase media latinoamericana ha crecido como resultado de la marcha de la economía, particularmente por los precios de las materias primas y commodities, así como las políticas gubernamentales de transferencia de presupuestos que benefician a la población en general e incluso contribuye a la expansión de los grupos medios y bajo de la clase media, incluido el sector obrero.
De allí que las distintas capas de la clase media y la llamada falsa clase media, que son aquellos grupos de individuos que a causa de su condición profesional (vendedores, camareros, conductores, peluqueros), tienen ingresos y un prestigio social que hacen que se sientan de la clase media y muestran un comportamiento correspondiente a esta clase(2), estos sectores juegan cada día un papel más importante en los procesos electorales iberoamericanos, especialmente por la influencia de las redes sociales.
Recordemos que estas son variables de análisis que se dan de manera dominantes, aunque no absoluta, en cada individuo priva un poco de cada una. Además, hay otras que intervienen, aunque las económicas pesan un mundo.
En el caso de la República Dominicana hay que adelantar investigaciones evaluando variables que no son recurrentes en los distintos procesos electorales, como es el caso, por ejemplo, de los movimientos como la Marcha Verde y Plaza de la Bandera que, aunque se infiere que los participantes eran prácticamente los mismos, sus objetivos aparentemente eran distintos, aunque la finalidad real de su liderazgo era lograr un cambio de gobierno por la vía electoral.
A pesar de esa gran movilización de las distintas capas de la clase media, en las elecciones de 2020 la abstención llegó a un peligroso 45%. Siempre se justificó como consecuencia de la pandemia y/o del fiasco en las elecciones municipales de ese año.
En las elecciones de 2024 no se produjo ningún movimiento social significativo y la abstención se colocó alrededor del 46%.
Es interesante profundizar la correlación capas medias-abstención tanto en las elecciones del 2020 como del 2024 porque, a simple vista, hay una relación entre movimientos sociales de impacto, clase media y abstención.
Como conclusión podemos inferir que las personas votan o se abstienen, mayoritariamente, por la expectativa de como el futuro gobierno, aunque sea del mismo partido, influirá en su calidad de vida. El tema es complejo, pero de gran importancia para la salud del sistema.
Notas:
1) Karl-Heinz Hillmann. Diccionario de Sociología. Editorial Herder. Barcelona, España, 2005. pág. 127
2) Idem
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