martes, 6 de mayo de 2025

La cumbre de presidentes y política exterior

 Artículo de Isidro Toro Pampols 

11 presidentes RD han cambiado la Constitución

El presidente Luis Abinader anunció que convocará a los expresidentes Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía con el propósito de asumir una actitud de «unidad nacional» ante la situación de Haití.

Esta iniciativa bien puede ser el inicio para formular una doctrina que trascienda partidos y oriente la política exterior de República Dominicana sobre la base de la importancia que adquiere cada día el país en el ámbito regional e internacional.

En materia de relaciones exteriores el Ministerio correspondiente se encarga de aplicar y coordinar la política exterior dominicana trazada por el Presidente de la República según lo estipulado en el artículo 128 de la Constitución.

En dicho artículo, en el literal «d», se establece: “Celebrar y firmar tratados o convenciones internacionales y someterlos a la aprobación del Congreso Nacional, sin la cual no tendrán validez ni obligarán a la República”.

El Estado dominicano es uno de los 50 países fundadores de las Naciones Unidas. La embajadora Minerva Bernardino, primera mujer diplomática en República Dominicana, fue la firmante de la carta fundacional de 1945. También es uno de los miembros constituyentes de la Organización de Estados Americanos desde 1948.

En cada época las relaciones internacionales se han manejado de acuerdo con las circunstancias. Durante el período de la Primera República, la política exterior dominicana se centró en la guerra de independencia contra Haití. La Segunda República manejó la injerencia norteamericana en la política y la economía dominicana. Durante la Tercera República, tiempo signado por la figura del dictador Rafael Trujillo en el período 1930-1961, la política exterior giró en torno a los intereses del autócrata.

Tras la instauración de los gobiernos democráticos, el país se ha integrado de manera activa a la comunidad internacional, participando en varias organizaciones, particularmente regionales.

En América Latina han destacado, no son las únicas, dos doctrinas en política exterior: la mexicana y la brasileña.

La mexicana se basa en la “Doctrina Estrada”, designación que honra la memoria de Genaro Estrada Félix, también conocida como "Doctrina México", formulada en 1930. Se fundamenta en el principio de que los estados no deben anunciar formalmente el reconocimiento diplomático de otros gobiernos, ya que esto podría ser considerado una intervención en los asuntos internos de otro país. La doctrina también enfatiza la no intervención en los asuntos internos de otros estados y la igualdad jurídica de estos.

Más allá de lo antes dicho, la política exterior de México está basada en principios constitucionales y tradiciones diplomáticas que buscan promover la paz, la cooperación internacional y el respeto a la soberanía de los pueblos.

La política tiene prioridades que están bien definidas. En su relación con Estados Unidos, México mantiene una estrategia enfocada en temas de comercio (T-MEC), migración, seguridad y cooperación fronteriza. Con América Latina y el Caribe promueve la integración regional y ha sido activo en organismos como la CELAC. También ha ofrecido asilo político y mediado en crisis regionales. Promueve el Multilateralismo. Un tema esencial es el control de los flujos migratorios. México ha ratificado los acuerdos internacionales sobre cambio climático y desarrollo sostenible, defendiendo los valores de defensa de los derechos humanos y democracia, aunque también se le han cuestionado algunas posiciones.

México cuenta con un Consejo Consultivo de Política Exterior, presidido por el Canciller, siendo un órgano colegiado que asesora al gobierno en la elaboración y ejecución de la política exterior del país. Su objetivo principal es facilitar el diálogo y la coordinación entre diversas instituciones y expertos para asegurar que la política exterior sea coherente con las necesidades e intereses de México.

De su lado, la política exterior de Brasil ha estado históricamente orientada por principios de no intervención, multilateralismo, resolución pacífica de conflictos y autonomía estratégica. Aunque puede variar ligeramente según el gobierno de turno, hay lineamientos constantes que caracterizan su diplomacia.

El órgano principal que aconseja al presidente de Brasil en materia de política exterior es el Consejo de Defensa Nacional (CDN). Este consejo, establecido en 1927, está presidido por el presidente y compuesto por ministros clave y comandantes militares, asesorando al presidente en temas de seguridad nacional, política exterior y estrategia de defensa.

La política exterior brasilera se enfoca en la integración regional impulsando la suramericana a través del Mercosur, UNASUR y la CELAC.

Brasil ha alcanzado un perfil de potencia mundial al punto que aspira ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

En el marco de lo anterior, promueve relaciones con África, Asia y otras economías emergentes mediante alianzas como el grupo BRICS: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y a partir del 2023 se amplía con nuevos países.

Brasil desempeña un papel clave en temas climáticos, aunque su postura no ha sido coherente según lo demostró el gobierno de Jair Bolsonaro.

República Dominicana alcanza un estatus de país clave que juega un papel importante en la dinámica política, económica y cultural en la región de Centroamérica y del Caribe. Hoy es indiscutible la influencia notable en el entorno regional sobre la base de su crecimiento económico, autoridad política e incluso fortaleza militar.

De lo anterior se desprende que es tiempo que el país desarrolle una doctrina nacional en materia de política exterior que, más allá del color de los gobiernos de turno, mantenga una línea en temas nodales y esta reunión con los expresidentes puede ser un buen momento para iniciar el camino.


 

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